Título: Un pequeño favor (A simple favor)
Director: Paul Feig
Año: 2018
Duración: 117 minutos
Elenco: Anna Kendrick, Blake Lively, Henry Golding, Andrew Rannells, Ian Ho, Joshua Satine, Dustin Milligan, Rupert Friend, Bashir Salahuddin, Nicole Peters, Lauren Peters, Jean Smart
Stephanie Smother (Anna Kendrick) es una madre soltera con energía de sobra que inicia una amistad con Emily Nelson (Blake Lively), una mujer que trabaja en la ciudad y tiene poco tiempo para su hijo. Un día, Emily le pide a Stephanie que recoja a su hijo después de la escuela, pero Emily no regresa.
El rimo de la película empieza a agilizarse un par de minutos luego de que la historia arranca, es decir, una vez que sabemos quiénes son los personajes involucrados en la trama. El uso de escenas del pasado en algún momento importante que requiere explicación es algo que ayuda a mantener el interés en lo que está ocurriendo la pantalla además de que resuelve algunas interrogantes que se pudieron haber presentado en algún momento. Desafortunadamente este elemento no aparece en el final, cerrando así con un momento un poco confuso y que deja muchas dudas.
Ya que hablé de él, el elemento que resulta menos agradable es el final, no sólo por las dudas que deja sobre muchísimas cosas al grado que no sabemos cómo es que los personajes llegan a ciertas conclusiones o en qué momento realizan ciertas acciones, sino que también incluye el humor cómico, algo que no había aparecido en toda la película y que rompe con el ambiente de misterio e intriga que se había estado manejando a lo largo de la historia. Es así como esta parte de la película se siente fuera de ritmo, como si fuera el final de otra película.
Uno de los elementos que le aplaudo a esta película son las actuaciones. La dupla de Anna Uno de los elementos que le aplaudo a esta película son las actuaciones. La dupla de Anna Kendrick y Blake Lively se disfruta en todas las escenas que comparten estas actrices. Sus actuaciones logran marcar las diferencias que hay entre sus personajes y marcan bien el contraste social y de personalidad que hay entre ellas dos. Anna Kendrick, por un lado, se mueve entre el drama, la inocencia, la alegría y la versatilidad que caracteriza a su personaje; Blake Lively, por el otro, se presenta siempre como una persona fría y misteriosa, pero que también tiene momentos de calidez y de maldad pura.
Esto me lleva a otro punto a favor de los personajes. Llega un momento en que parece que conocemos a estos dos personajes femeninos en su totalidad debido a la cantidad de información de repente se menciona en el guion. Sin embargo, la mejor manera de conocer a estos personajes, no es a través de su pasado que conocemos poco a poco, sino por su manera de socializar con otros personajes, sus manera de hablar, de vestirse (otro buen punto de la cinta), de la música que escuchan y sobre todo de la interacción con sus hijos, ya que este es el comienzo de todo: los hijos. Es por esto que resulta maravillosa la interpretación de las dos actrices que facilitan conocer tan bien a los personajes.
Por último, de forma breve, La música que acompaña la historia va muy de acuerdo a las escenas en las que aparecen por lo que no se estanca en un solo género, aunque sí que gran parte de las canciones están en francés.
8/10
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