Emily en París (temporada 3)

Published by

on

Título original: Emily in Paris (season 3)

Creación: Darren Star

Año: 2023

Número de capítulos: 10

Duración aproximada: 30 – 35 minutos

Elenco: Lily Collins, Philippine Leroy-Beaulieu, Samuel Arnold, Bruno Gouery, Ashley Park, Lucas Bravo, Camille Razat, Lucien Laviscount, William Abadie, Kevin Dias, Jean-Christophe Bouvet, Soren Bregendal, Kate Walsh, Paul Forman, Arnaud Binard, Jin Xuan Mao, Christophe Guybet, Céline Menville


Emily sigue su vida en París donde enfrenta nuevos retos profesionales y personales, entre ellos, elegir si regresará a su vida a Chicago o no.


En relación a las dos temporadas anteriores, estos 10 nuevos capítulos muestran algunas mejoras, siendo la más importante de ellas el desarrollo de personajes. Esto es algo que se puede apreciar gracias a que esta vez todos los capítulos están relacionados entre sí, ya que lo que ocurre en uno desencadena los eventos del siguiente. Aquí, nos despedimos del formato donde en cada episodio se abordaba una problemática laboral diferente, de la cual rara vez veíamos sus consecuencias. Ahora sí vemos cómo los personajes sacan algo positivo de estas situaciones y cuáles son sus repercusiones en la vida personal y profesional de los protagonistas. Así mismo, vemos una mayor continuidad a algunos eventos que marcan el camino a seguir por parte de algunos personajes, de tal manera que ya no tenemos que esperar varios capítulos para ver qué pasó con algo que se mencionó en un episodio muy distante.

Lo que sí sigue ocurriendo, y que arruina esta mejora, es que los conflictos se solucionan de una manera muy conveniente, de tal manera que los personajes todavía no comienzan a pensar en cómo pueden solucionar el nuevo problema a enfrentar, cuando ya les está llegando la solución a partir de un comentario de otro personaje, un mensaje, la experiencia de otra persona, redes sociales, etc. Esto hace que la serie se siga sintiendo muy sosa, pues los verdaderos retos que deben enfrentar los protagonistas son solamente de índole romántica.

Aquí es donde también se sigue viendo el problema de los triángulos amorosos, los cuales se duplicaron desde la segunda temporada y que terminan por ser un estorbo para otro tipo de complicaciones que bien se podrían desarrollar. A esto se le puede agregar que conforme vamos avanzando en la historia, las cosas adquieren un tono más de telenovela que de una serie sobre una joven adaptándose a su vida y su trabajo en Paris, con todos los retos culturales y sociales que esto supone.

Sin embargo, aquí viene otra mejora de la serie: más escenas en francés. Si bien Emily en París se caracteriza por tener uno que otro diálogo y expresión en dicho idioma, esta temporada lo explotó al máximo, haciendo que en escenas donde todos los personajes que intervienen son franceses, estos hablen en su idioma. Incluir este tipo de momentos le suma bastante a la serie, pues ya no sólo se tiene una muy buena y bonita fotografía de diferentes partes de París, sino que también se puede disfrutar del idioma que se habla en el lugar.

Sumado a esta mejora, tenemos también el aspecto musical. Este es otro punto fuerte de toda la serie, pero en esta temporada decidieron hacer algo diferente. Aquí, las canciones que son interpretadas por Ashley Park (Mindy), vienen acompañadas de la letra traducida en inglés, de tal manera que podemos ver cómo la canción que aparece en determinada escena tiene una fuerte relación con los eventos que estamos viendo. De esta manera es más fácil conectar emocionalmente con los personajes.

Es aquí donde viene un punto intermedio, pues para algunos puede ser una pérdida mientras que para otros puede ser algo positivo. En las dos temporadas anteriores, a cada rato podíamos escuchar una canción que acompañaba una escena, a veces en menos de 5 minutos teníamos ya bastantes canciones escuchadas, lo cual llegaba a saturar auditivamente. Para esta tercera parte de Emily en París, las canciones son menos frecuentes, pero mejor seleccionadas, remarcando un aspecto muy específico del evento que estamos presenciando. Esto ayuda a crear un ambiente emocional muy preciso.

Finalmente llegamos a un punto que ha sido bastante polémico desde que la serie estrenó su primera temporada: el vestuario. En este tema la serie sigue la línea que ha seguido hasta el momento, pues salvo uno que otro outfit, la mayoría son terribles. Quizá al principio tenga sentido que el vestuario utilizado por Lily Collins (Emily), sea caótico, ya que está pasando por un momento de decisiones complicadas y de mucho estrés, pero ya después, cuando las cosas están bastante relajadas, no hay razón para hacer esto, y se termina generando un contraste entre la personalidad del personaje con su personalidad.

Sin duda, el último episodio de esta temporada dejó las puertas abiertas a más capítulos, los cuales empiezan a quedarse sin mucho jugo para exprimir y corren riesgo de ser repetitivos, pues a pesar de sus mejoras, esta temporada no se sintió tan diferente a las anteriores en cuanto a su contenido. Eso sí, dejaron a un lado los contantes chistes sexuales que no aportaban nada a la trama, lo cual se aprecia bastante.


Deja un comentario