Cine en palabras

Título original: Whiplash

Dirección: Damien Chazelle

Año: 2014

Duración: 1h 46m

Elenco: Miles Teller, J. K. Simmons, Melissa Benoist, Paul Reiser, Austin Stowell, Nate Lang, Damon Grupton, Chris Mulkey, Suanne Spoke, Charlie Ian, Jayson Blair.

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Andrew es un joven baterista que aspira a ser un gran músico. Cuando es llamado para tocar con la banda de jazz de Fletcher, un director de orquestra sumamente exigente, las aspiraciones de Andrew se someten a una dura prueba.

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Desde la primera escena la película le da al público los tres ingredientes básicos de esta historia: la música, Miles Teller como el protagonista, y J. K. Simmons como coprotagonista. A partir de esta presentación, queda un ambiente de mucha tensión respecto a lo que va a ocurrir después. Sin embargo, la tensión no está presente sólo en esta secuencia inicial, sino en toda la película, llegando a existir algunos momentos en los que uno sostiene la respiración, pues en este tipo de escenas el silencio y la postura de los personajes, son sumamente imponentes.

De los tres elementos presentados al comienzo de la película se puede desglosar lo siguiente:

La actuación de J. K. Simmons es impresionante; en cuestión de segundos, este actor puede llevarnos de la calma a la explosividad total, y las escenas donde es necesario un tono más dramático, lo hace a la perfección, llegando incluso a conmover a la audiencia. Por su parte, Miles Teller hace una excelente dupla con Simmons, mostrando un gran talento, sin que este supere al de su coprotagonista. Estos dos actores son quienes llevan sobre sus hombros la tensión emocional que se puede presentar en varios momentos de la película, pues conforme avanza la trama, la relación de sus respectivos personajes se complica.

Ahora, en el tema de la música, las composiciones de Justin Hurwitz y de otros compositores jazzistas, le dan a esta película el toque perfecto. Para quienes gusten del jazz, la banda sonora de Whiplash será simplemente genial, llegando a disfrutar al máximo todas las escenas donde se interpretan canciones de este género. El repertorio puede parecer un poco repetitivo, pero eso tiene mucho sentido cuando hablamos de la obsesión que existe por parte de los personajes en hacer que las composiciones sean perfectas, por lo que aquí no interesa mostrar una gran variedad de canciones, sino cómo estas influyen en los personajes.

Claro, estamos hablando de una película donde la música ocupa, por lo menos un 80% de la historia, ya que las escenas en las que los personajes están alejados de sus instrumentos, son escasas. Es por esta razón que la película hace un buen trabajo en sólo poner las partes que considera importantes en relación a los ensayos musicales, pues en lugar de ver una y otra vez cómo la banda protagonista interpreta las mismas canciones, hay pequeños detalles que nos permiten saber cuánto tiempo se ha dedicado a esta actividad, de tal manera que ya no hace falta ponerla en escena, pues el público lo puede intuir. De esta manera, la película se reserva buenas sorpresas para algunos momentos que muestran el desarrollo de la historia, pero, sobre todo, para su desenlace, el cual es espectacular.

Como la música ocupa tanto tiempo de la historia, no vemos un desarrollo de personajes complejo, de tal manera que es a través de diálogos, decisiones y actitudes, que se puede observar cómo los personajes, y la relación entre ellos, cambia. Eso sí, el guion hace mucho énfasis en cómo la obsesión puede llevar a lugares muy oscuros y sacar lo peor de nosotros, así como las consecuencias de estar sometidos a una presión emocional insana, ya sea por terceros o por cuenta propia.

Todo lo dicho anteriormente, influye en el ritmo de la película, el cual es bastante rápido, pues como público nos sumergimos por completo en lo que ocurre sobre el escenario y detrás de este, nos intrigamos por lo que ocurre con el protagonista, y por supuesto, disfrutamos del jazz.

Para quienes gusten de películas relacionadas a la música, o bien, el cine hecho por Damien Chazelle, Whiplash, es una película imperdible.

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