Cine en palabras

Título original: The meg

Dirección: Jon Turteltaub

Año: 2018

Duración: 1h 53m

Elenco: Jason Statham, Bingbing Li, Rainn Wilson, Cliff Curtis, Shuya Sophia Cai, Winston Chao, Ruby Rose, Page Kennedy, Robert Taylor, Masi Oka, Ólafur Darri Ólafsson, Jessica McNamee

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Un grupo de científicos intenta probar la existencia de vida marina en las desconocidas profundidades del océano. Su hipótesis se comprueba cuando liberan al tiburón más grande que ha existido.

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Como muchas películas que tienen una trama similar, Megalodón no tiene mucha sustancia, pues el 90% de la historia es observar la lucha entre el humano y el animal en cuestión. Claramente esto es algo que se resiente en la duración de la película, pues para cuando ya pasa la hora y media, uno comienza a pedir que termine, ya que no hay mucho que contar.

Si bien el porcentaje que ocupa esta cacería es bastante alto, el 10% restante es lo que hace que la película resulte entretenida y que uno termine medianamente complacido con todo lo que vio.

En primer lugar, nos encontramos con un protagonista que tiene un contexto desarrollado de una manera decente, lo cual nos permite empatizar con él y comprender su forma de reaccionar ante ciertos eventos. Por supuesto, esto también le abre las puertas a uno que otro cliché del cine de acción, pero como esto se ve venir desde el principio, no queda de otra más que dejarlo pasar. Además, el hecho de que Jason Statman sea quien cubre esta posición, nos deja entrever el tipo de acción que veremos por casi dos horas, así como el tipo de héroe que tendremos, por lo que quienes han visto películas de este actor no quedarán decepcionados.

En segundo lugar, tenemos un elenco bien seleccionado, con personajes secundarios bien desarrollados, con una personalidad muy marcada, lo cual se da gracias a las buenas actuaciones. Este tipo de personajes son los que permiten que la película también tenga un toque crítico respecto a los verdaderos intereses de grandes compañías o individuos que pretenden apoyar una causa, pero que en realidad no están dispuestos a pagar las consecuencias cuando algo sale mal en los proyectos en los que invierten y el tipo de medidas, -quizá un poco exageradas en la película-, que podrían llegar a tomar con tal de no verse involucrados en escándalos mediáticos.

En tercer lugar, la manera en que los personajes se enfrentan a las dificultades de cazar un animal prehistórico resulta ingenioso en varias partes y esto es lo que permite que la acción suba a cada minuto, pues desde la primera aparición del megalodón, nos queda claro que salir con vida del agua es poco probable, lo cual pone a prueba la inteligencia humana y el instinto de supervivencia.

Finalmente, la manera en que se desarrolla la historia, poniendo a prueba la vista y el oído del espectador para anticipar momentos de gran tensión, es bastante buena. Aquí intervienen los efectos visuales, que, sin llegar a ser espectaculares, terminan por convencernos de que lo que vemos es real. Además, tenemos un guion sencillo, pero bien armado que no deja cabos sueltos y que resuelve las diferentes subtramas que presenta de una manera completa.

En resumen, Megalodón es una buena opción -aunque no de las mejores-, para pasar un buen rato de entretenimiento, pues hay muchas escenas en las que es difícil apartar la vista porque realmente queremos saber cómo es que los personajes se las arreglarán para salir con vida del problema en el que están metidos. Sin duda, una película con una buena dosis de acción y con claros guiños a películas como Tiburón (1975), que hizo que muchas personas la pensaran dos veces antes de meterse a nadar al mar.

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