Cine en palabras

Título original: Heartstopper, season 2

Creador: Alice Oseman

Año: 2023

Número de capítulos: 8

Duración aproximada: 35 – 40 minutos

Elenco: Joe Locke, Kit Connor, William Gao, Yasmin Finney, Tobie Donovan, Cormac Hyde-Corrin, Rhea Norwood, Corinna Brown, Kizzy Edgell, Sebastian Croft, Olivia Colman, Jenny Walser, Fisayo Akinade, Nima Teleghani, Chetna Pandya, Bradley Riches, Joseph Balderrama, Georgina Rich, Momo Yeung, Thibault de Montalembert, Jack Barton, Bel Priestley, Ash Self

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Luego de comenzar una relación formal, Nick y Charlie se enfrentan a nuevos desafíos como pareja, mientras que sus amigos emprenden un viaje de madurez cuando están a punto de graduarse y de tomar decisiones que cambiarán sus vidas.

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Esta nueva temporada de Heartstopper sabe conectar muy bien con el momento en el que terminó su antecesora, de tal manera que pareciera que no pasó mucho tiempo desde el estreno de aquel episodio que seguramente le sacó lágrimas a muchos fans. Además, esta conexión bien lograda, permite que el público reconecte de manera natural con los personajes y con las situaciones familiares, escolares, sociales y románticas en las que está cada uno.

Es así como nuevamente nos encontramos con una estética muy tranquila, tal como la vimos en los capítulos del año pasado. Esto se vuelve a lograr gracias a la paleta de colores, las simpáticas animaciones que de repente aparecen sobrepuestas en los actores o en algunos lugares, y por supuesto, la música, la cual ahora tiene el plus de contar con canciones en francés ya que parte de la trama ocurre en París.

De hecho, el tema de llevar a los protagonistas a un lugar diferente al que normalmente observamos en la serie se siente como una bocanada de aire fresco, pues la fotografía que acompaña estos momentos en la capital de Francia es preciosa.

Adentrándonos un poco en la trama, nos encontramos con situaciones más maduras en cuanto a las relaciones románticas y la orientación sexual. En este sentido, varios de los personajes que tuvieron poco o nulo peso en la primera temporada, ahora funcionan para regalarnos nuevas miradas respecto a estos temas, saliendo brevemente de la mirada adolescente y abordando una más adulta, o bien, abordando temas como la asexualidad. Incluso hay algunas escenas en las que comienza a salir a flote el tema del sexo, lo cual no implica que la serie muestre contenido explícito ni mucho menos, simplemente es abrir la conversación de los personajes hacia esos ámbitos.

Por supuesto, nos seguimos encontrando con el acoso que sufren algunos personajes debido a su orientación sexual, solo que en esta ocasión se profundiza más en los efectos psicológicos y emocionales de estas actitudes.

Y hablando de profundizar, una de las cosas que hizo esta segunda temporada fue mostrar un poco más del contexto familiar de algunos personajes, llegando a introducir a los padres de varios de ellos y mostrando su relación con los jóvenes protagonistas. Hacer esto permite que la historia tenga varios momentos de drama e incluso de suspenso que mantienen atento al espectador a lo que puede ocurrir con ciertos personajes. Además, sirve también para mostrar diferentes formas de ofrecer apoyo a las personas que pudieran estar atravesando por algo similar a lo que se ve en pantalla.

Lamentablemente, no todo en esta temporada fluyó tan bien como en la primera, ya que aquí hay algunas cosas que se sienten forzadas, sobre todo en relación a lo que se mencionó anteriormente sobre darle mayor peso a personajes secundarios. Si bien algunos de ellos funcionan perfectamente a lo largo de los 8 episodios, hay algunos otros que pudieron haber quedado representados en un par de escenas y no darles una continuación que se siente un poco sacada de la manga.

Además, llega un punto en el que son tantas las subtramas que aborda la historia que no se les puede dar el tiempo suficiente a cada una de ellas para desarrollarlas con más calma, por lo que algunas situaciones, si bien se resuelven de una buena manera y con mucho sentido, se siente que faltó saber un poco más acerca de cómo se sienten los personajes o cómo es que llegaron a las conclusiones que expresan.

Sin embargo, este segundo punto negativo no quiere decir que el guion sea malo o que esté mal ejecutado, al contrario, tal como en la primera temporada, podemos ver una historia que cierra cada una de las puertas que abre y las pocas que deja abiertas son para enganchar a una posible tercera temporada. De esta manera, uno como espectador logra conectar muy bien con la trama y emocionarse con los personajes conforme van enfrentando sus obstáculos personales.

En definitiva, la segunda temporada de Heartstopper es una continuación bastante buena de la primera y que deja enganchada a la audiencia para ver el futuro de los entrañables personajes que dan vida a esta historia de amor y autodescubrimiento.

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