Cine en palabras

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Sinopsis:

Jann Mardenborough es un hábil jugador en el simulador de carreras Gran Turismo. Su oportunidad de convertirse en piloto en la vida real surge cuando un ambicioso miembro de mercadotecnia de Nissan decide hacer un concurso para los mejores jugadores del mundo en el que el ganador formaría parte de la escudería de esta marca.

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Lo primero que llama la atención de esta película es el detrás de cámaras que muestra acerca de la creación del videojuego en el que está basada, gracias a lo cual, el espectador puede formar parte no solo de una historia emocionante, sino también de los orígenes de la historia real que forma parte tanto del mundo de los videojuegos como del de las carreras de autos. Tanto en la escena inicial como en los créditos finales, el espectador queda absorto en observar la manera en que Gran Turismo, -el juego-, se dio a la tarea de impresionar a todos sus usuarios con el nivel de realismo tanto a nivel visual como sonoro, de tal manera que realmente se tuviera la sensación de estar sentado detrás del volante de un auto de carreras.

Esto se vincula con otro de los puntos fuertes de la película: la producción. Así como el juego se preocupó por entregar una buena experiencia a quienes usaran su simulador, la película busca que el espectador se sienta como parte del público que va a ver las carreras, o que sienta que es él quien está pisando el acelerador, o bien, que se sienta como parte del equipo del piloto principal. Todo esto es posible gracias a la mezcla de sonido y a los cambios de cámara que hay en todas las escenas donde las carreras se llevan los reflectores. Aquí, no solo vemos los autos desde arriba, sino que también nos adentramos a la cabina del conductor, a los pit, a las casas de quienes ven la carrera desde la televisión, o en las conversaciones que tienen los encargados de guiar al piloto. Esto nos permite estar en cada aspecto que la película decide mostrar.

Por supuesto, algo que no se puede dejar de lado en esta producción es la parte de la fotografía, pues la manera en que cada pista es presentada permite que el espectador tenga completa conciencia del aspecto general de cada una, así como de su ubicación. Este elemento le da a la película un toque de frescura, pues es cuando nos alejamos de espacios cerrados y podemos contemplar algunos lugares naturales que pueden asombrar a quien esté viendo la película.

La combinación de estos puntos hace que la historia esté llena de momentos emocionantes, donde el espectador realmente logra conectar con el mundo de las carreras, tanto en lo positivo como en lo negativo, pues la película no ignora los peligros que conllevan este tipo de deporte. Así mismo, la cinta se asegura de dejar en claro que ser piloto no es solo pisar los pedales del auto y mover la palanca de velocidades, pues deja ver la exigencia mental y física que se requiere para tener un buen desempeño en cada carrera.

Es importante mencionar que, así como hay momentos emocionantes, también los hay emotivos, algo logrado gracias a las actuaciones del elenco en combinación con el buen ritmo de la historia en general, pues esta sabe jugar con los sentimientos del espectador entregando momentos de descanso después de unos de gran intensidad.

Sin embargo, aquí es donde también está el punto débil de la película, el guion, pues si bien este nos logra entregar una historia realmente emocionante e inspiradora, hay escenas que se sienten muy largas y que rompen por completo con el ritmo general de la cinta. Además, hay una que otra escena que se hubieran podido ahorrar para hacer que la película no se sintiera tan larga, pues sí que llega un momento en el que la duración de la película se hace evidente.

Dejando de lado el punto anterior, Gran Turismo, es una película que asegura una grata experiencia para el espectador sin importar su edad, pues su trama está dirigida para todo tipo de público, por lo que es ideal para disfrutar en familia.

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