La zona de interés

Published by

on

Título original: The zone of interest

Dirección: Jonathan Glazer

Año: 2023

Duración: 1h 45m

Elenco: Christian Friedel, Sandra Hüller, Johann Karthaus, Luis Noah Witte, Nele Ahrensmeier, Lilli Falk, Anastazja Drobniak, Cecylia Pekala, Kalman Wilson, Imogen Kogge, Julia Babiarz, Stephanie Petrowitz, Martyna Poznanski, Zuzanna Kobiela.

Sinopsis:

Una familia alemana lleva a cabo sus tareas junto al campo de concentración de Auschwitz.

Desde la escena inicial, la película nos muestra su verdadero propósito: generar una experiencia sensorial a partir de lo que ocurre más allá de lo que se ve. Esto es algo que se refleja a lo largo de toda la película, pues mientras que vemos a la familia protagonista llevar a cabo su vida con sonrisas y tranquilidad, al otro lado de los muros que rodean lo que pareciera ser una casa de ensueño, se lleva a cabo uno de los momentos históricos más atroces de la historia.

La película no tiene ninguna necesidad de mostrarnos el campo de concentración o a los prisioneros, basta con tener de fondo las órdenes de los miembros de la S.S., los disparos de los nazis para poner orden entre sus presas, los gritos de los judíos, el sonido de los hornos funcionando, e incluso, algunas tomas siniestras donde el color rojo del fuego de los hornos resalta en la más profunda oscuridad de la noche.

Este tétrico escenario viene en ocasiones acompañado por una música que supera con creces a cualquier banda sonora de una película de terror, y que aparece en los momentos menos esperados para sobresaltar al espectador. Los tonos graves que escuchamos al principio y a la mitad de la cinta nos remiten al sufrimiento y al dolor provocado por terceros, y la melodía final nos recuerda a una especie de purgatorio donde las almas en pena elevan sus voces para suplicar el fin de su martirio.

En el aspecto técnico, también tenemos unas actuaciones que resaltan lo que podríamos considerar como la banalidad del mal, algo que la película retrata bastante bien de principio a fin. El elenco no se debe preocupar por entregar personajes complejos, sino por demostrar su indiferencia ante una situación terrible que ocurre al otro lado del jardín donde siembran las más hermosas flores.

Además, tenemos unas tomas con un lenguaje cinematográfico lleno de simbolismos, ya sea por la composición, o por la paleta de colores utilizada.

Juntando las piezas que arman este macabro rompecabezas tenemos como resultado una trama en la que aparentemente no ocurre nada, pues lo único que vemos en pantalla es a los niños jugando a la guerra con sus juguetes, las reuniones con amigos, las visitas familiares, etc., mientras que el padre de familia ejecuta las órdenes para realizar un exterminio a lado de su casa. Esto hace que la historia se sienta bastante lenta, pero al finalizar la película es donde comienza el proceso de reflexión acerca de cómo el ser humano no solo es capaz de cometer actos atroces, sino que también puede acostumbrarse a vivir rodeado de ellos. Este es el verdadero valor de la cinta, pues películas del Holocausto hay bastantes, El pianista, La lista de Schindler, La vida es bella y El niño de la pijama de rayas tan solo son un ejemplo. La mayoría de ellas nos llevan de la mano hacia un drama estremecedor que nos estruja el corazón y nos hace llorar. La zona de interés, en cambio, nos provoca horror, no solo por la manera de banalizar el mal, sino al ver una sociedad actual reflejada en cuanto a la indiferencia ante la violencia, la tragedia y el dolor ajeno. Incluso, la cinta, sin necesidad de mayores explicaciones, muestra cómo hay quienes se benefician de este tipo de situaciones.

En resumen, La zona de interés, no solo debería de estar nominada al Oscar como mejor película extranjera, también debería de ser considerada como la mejor película de horror del año. Una experiencia sensorial que no es apta para todo público, pero que vale la pena reflexionar.


Deja un comentario

Previous Post
Next Post