Cine en palabras

Sinopsis:

Una joven acepta casarse con un príncipe para salvar a su pueblo de la miseria, pero en lugar de un final feliz, se ve envuelta en una situación de vida o muerte.

En las historias pertenecientes al género de fantasía medieval o en los cuentos de hadas es común ver al príncipe haciendo todo lo posible por salvar a una princesa. En Damsel nos encontramos con algo diferente, pues aquí vemos a la princesa dar su máximo esfuerzo por salvar su vida luego de que su príncipe la arrojara a la cueva de un dragón. Esto nos lleva a conocer a Elodie, interpretada por Millie Bobby Brown, un personaje valiente, audaz e inteligente, pero que no por esto está exenta de pasar por momentos de gran dolor físico, y frustración porque sus planes no salen como ella espera. Este tipo de detalles en el personaje hacen que se sienta como un verdadero ser humano en lugar de un ser invencible a quien le sale todo bien.

Lo anterior se relaciona con el ritmo de la trama, pues el espectador está en constante emoción por saber qué es lo que tiene que hacer la protagonista para poder salvarse. Sin embargo, aquí es donde también hay algunos detalles que no dejan que la cinta se sienta del todo satisfactoria, sobre todo en el final, pues este es un tanto predecible a pesar de los giros de trama que se muestran a lo largo de la película, y también se siente un tanto extraño el hecho de que parece haber dos finales, el primero un poco oscuro, y el otro que mete de manera forzada un final feliz, siendo este completamente innecesario para darle un bien cierre a la película.

Pasando al guion, este también es responsable de crear cierto nivel de misterio alrededor de los eventos que vemos en pantalla, sobre todo porque hay algunas escenas cortadas en momentos muy específicos para después mostrar qué es lo que realmente pasó y sorprendernos con algunas verdades que ayudan a crear más tensión alrededor de la historia y de la protagonista.

Lo anterior no es lo único que caracteriza a este guion, sino también el uso de varios elementos clásicos de estas historias como la princesa en peligro, el dragón, el matrimonio por conveniencia o la personalidad fría y calculadora de una reina. Si bien, algunos de estos recursos son los que ayudan a darle un giro a los cuentos de hadas conforme va pasando el tiempo, hay otros más evidentes como una madrastra que no es malvada, que la princesa es arrojada a un abismo en lugar de estar encerrada en un castillo, y por supuesto, que el príncipe no llega a rescatar a la damisela en peligro.

Todo esto nos regala una historia que aparenta ser novedosa, pero que termina sintiéndose como algo que ya vimos antes, aunque esto no es obstáculo para poder entretenernos. Además, también se presentan algunas situaciones que resultan muy convenientes para la protagonista, lo cual ayuda a reforzar la idea de que esta historia solo puede terminar de una manera.

Quizá la película muestra más su fortaleza en los aspectos técnicos, comenzando con el diseño de producción, pues en cada escenas somos transportados a un mundo de fantasía, a palacios decorados con gran lujo y vemos paisajes impactantes resaltados gracias a la fotografía de la cinta. Esto viene acompañado de la banda sonora compuesta por David Fleming, cuya composiciones terminan por conectar al espectador con un ambiente lleno de encanto, misterio y peligro. Por último, hay que hablar de los vestuario, pues este busca llamar la atención a partir de su sencillez, es decir, no busca la extravagancia para lucir, sino que se crea prendas realmente hermosas a partir de estampados y cortes simples.

En resumen, Damsel es una película que pudo haber explotado su lado oscuro, pero que en su lugar se conformó con darle la vuelta a las típicas historias de princesas en peligro con una protagonista que hemos visto en otras historias y que por lo tanto sabemos cómo termina desde que se presenta el problema de la película.

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