Ghostbusters: Apocalipsis fantasma

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Título original: Ghostbusters: Frozen Empire

Dirección: Gil Kenan

Año: 2024

Duración: 1h 55m

Elenco: Mckenna Grace, Paul Rudd, Carrie Coon, James Acaster, Logan Kim, Emily Alyn Lind, Celeste O’Connor, Fin Wolfhard, Kumail Nankiani, Dan Aykroyd, Ernie Hudson, Annie Potts, Bill Murray, Patton Oswalt

Sinopsis:

Mientras los Cazafantasmas están en riesgo de ser clausurados por los daños que provocan en la ciudad, una antigua amenaza empieza a reunir fuerzas para volver.

La película resulta entretenida, especialmente por la cantidad de escenas llenas de comentarios o momentos humorísticos que llegan a convertirse en una de sus características centrales. Sin embargo, hay varias fallas en el desarrollo que hacen que la cinta no pueda disfrutarse al 100%.

Comenzamos por tener una escena inicial bastante interesante que nos deja entrever el poder del espíritu maligno que será el villano a vencer. Al ver esto, uno como espectador crea ciertas expectativas acerca del nivel de peligro al que tendrán que enfrentarse los protagonistas. Nada más lejos que eso, pues el resto de la película nos la pasamos siendo advertidos acerca de un gran mal que es derrotado con cierta facilidad y rapidez, sin representar el reto que pretendía ser. Por lo tanto, tenemos un desaprovechamiento de los poderes del antagonista, los cuales prometían momentos de emoción e incluso un poco de suspenso.

Siguiendo esta línea de los personajes, tenemos que el más desarrollado es Phoebe (Mckenna Grace), pues la cinta está enfocada en varias situaciones que esta joven debe atravesar como una adolescente y como parte del equipo de los cazafantasmas. Por el lado contrario, Trevor (Fin Wolfhard) llega incluso a desaparecer durante buena parte de la cinta, reduciendo su participación a un par de escenas que se sienten como mero relleno. Además, el hecho de volver a incluir al elenco original parece no tener mucho sentido en algunas partes, forzando el factor nostalgia y dándoles papeles muy pequeños, a excepción de Ray (Dan Aykroyd), quien tiene un rol importante para el desarrollo de la trama.

Pasamos entonces al factor narrativo, donde nos encontramos con un guion que busca abarcar más situaciones de las que en realidad puede desarrollar adecuadamente, llegando a descuidar ciertos detalles que se presentan como importantes pero que quedan en el olvido conforme avanza la trama. Algo positivo es que se retoman algunas situaciones de las películas originales, dándoles así una continuación que ayuda a inyectarle emoción y complejidad a la trama que por momentos se siente floja debido a la cantidad de escenas que no aportan nada ni al desarrollo de la trama ni al de los personajes.

A lo anterior hay que sumarle el hecho de que hay varios sucesos que pudieron haber complicado más la trama para hacerla más entretenida, pero al final son dejados a un lado.

Finalmente, en el aspecto técnico tenemos un uso de efectos especiales decente, aunque por momentos estos no logran terminar de crear la atmósfera tenebrosa que podríamos esperar. A esto se le suma un diseño de personajes mixtos, pues mientras que tenemos a ciertos personajes bastante bien hechos, hay otros que se sienten incompletos.

En resumen, esta nueva entrega de Ghostbusters resulta entretenida, y sobre todo divertida, a pesar de todos sus errores, mismos que esperemos se corrijan en siguientes entregas, las cuales podemos asumir que vendrán en algún futuro gracias a la escena post créditos de esta cinta.


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