
Título original: Inmaculate
Dirección: Michael Mohan
Año: 2024
Duración: 1h 29m
Elenco: Sydney Sweeney, Álvaro Morte, Simona Tabasco, Benedetta Porcaroli, Giorgio Colangeli, Dora Romano, Giampiero Judica.
Sinopsis:
Cecilia viaja a un convento de Italia para profesar sus votos y convertirse en monja. Sin embargo, lo que debía ser una experiencia agradable, termina convirtiéndose en una situación de vida o muerte.
En mi opinión, una buena película de terror es aquella que aun después de haber terminado sigue rondando en la cabeza, especialmente por el tema que aborda. En el caso de las cintas de suspenso, las mejores son las que te mantienen al filo del asiento mientras los protagonistas se enfrentan a situaciones que los ponen a prueba.
Inmaculada, de Michael Mohan, es una combinación de ambos géneros, pero no logra quedar bien parada en ninguno.
En el tema del suspenso, la cinta crea varios momentos de tensión colocando a los personajes en lugares oscuros y en compañía de una luz que no termina por iluminar del todo su entorno, algo utilizado también para dar repentinos sobresaltos a la audiencia al mostrar a personajes secundarios que parecen salir de la nada. Por lo menos, esta película supo aprovechar las locaciones donde se grabó para crear este tipo de momentos, aunque terminaran siendo clichés. Narrativamente, los momentos de más misterio son aquellos donde surgen dudas acerca del por qué ocurre todo lo que se nos está contando, quién está detrás y cuáles serán las consecuencias para la protagonista.
Sin embargo, nunca existe una presión por resolver estas interrogantes, volviendo a la película un tanto lenta y que poco a poco se va volviendo predecible, de tal forma que para cuando llegamos a la mitad, ya sabemos en qué va a terminar todo. A pesar de su premisa un tanto innovadora (aunque no del todo), la película desaprovecha bastante a sus personajes y los elementos que presenta. Esto se debe a que hay muchas escenas que carecen de sentido y que son tan poco creíbles que más que generar terror, asombro o preocupación, terminan siendo un tanto absurdas.
En cuanto al terror, este podría presentarse en el tema abordado en la cinta (el cual omitiré para evitar un spoiler), ya que más allá de los jumpscares escasos y repentinos que mencioné anteriormente, no hay más dónde buscarle. Más bien, la película podría considerarse como de horror, ya que hay varias escenas que involucran violencia, mucha sangre, y situaciones perturbadoras para los personajes.
Afortunadamente Inmaculada no solo tienen cosas negativas:
Tan solo la actuación de Sidney Sweeney, sobre todo en el desenlace de esta historia, es más que suficiente para crear a un personaje que poco a poco se va corrompiendo por toda la maldad de la que ha sido testigo y víctima. Aunado a eso, la química existente entre los miembros del elenco permite que los momentos de mayor cercanía entre ciertos personajes se sientan creíbles. La fotografía es otro punto fuerte de esta cinta, ya que no solo nos regala bellas estampas de Roma, sino que también nos ayuda a adentrarnos un poco más al convento que guarda terribles secretos detrás de sus paredes. La música, por supuesto, juega un papel muy importante, ya que, gracias a su mezcla entre temas religiosos y composiciones terroríficas, alcanza a crear un mejor ambiente de terror y suspenso que lo que logra la película a partir de su guion y su manejo de esos dos géneros cinematográficos.

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