Cine en palabras

Sinopsis:

Riley es invitada a un campamento de hockey para probar sus habilidades, lo cual despierta nuevas emociones que la harán vivir su adolescencia al límite.

Una de las cosas que más me gustaron de Intensamente (2015) fue la facilidad con la que los personajes y la historia conectan emocionalmente con el espectador. Uno puede reír, llorar y disfrutar cada una de las escenas que componen esta película.

Con Intensamente 2 me ocurrió algo similar, y aunque no pude evitar ver las similitudes con la fórmula narrativa de la primera cinta (el recuento de cómo ha crecido Riley, las emociones que deben regresar al cuartel general para evitar que  otro grupo de emociones tomen malas decisiones para Riley, y la presentación de las emociones), me terminó sorprendiendo el nuevo nivel al que llevaron esta historia.

Ahora ya no se trata de cómo una niña debe adaptarse a una nueva casa, una nueva escuela, incluso una nueva rutina familiar; ahora vemos cómo una adolescente se enfrenta a difíciles decisiones que la hacen pensar en su futuro realizando acciones que tienen consecuencias para ella y sus dos mejores amigas. Con esto llegan las emociones Vergüenza, Envidia, Ennui (aburrimiento), y Ansiedad. Ellas, serán las responsables de llevar a Riley por caminos que entran en conflicto con la personalidad de Riley, algo muy bien llevado por la película gracias a la introducción del sistema de creencias, construido por aquellas emociones que hacen que Riley sea como es.

Acompañando este crecimiento de la protagonista, vemos nuevas islas que muestran sus nuevos intereses y cuáles son los que tienen mayor importancia para ella. Pareciera un detalle menor, pero conforme avanza la historia adquiere bastante peso.

Así como en la primera entrega aprendimos el valor de cada emoción, aquí los mensajes son un poco más complejos y todos están relacionados al cómo la vida está llena de experiencias de todos los colores y sabores, y cada una de ellas tiene algo que enseñarnos. Es así como la película aborda temas como el miedo a no encajar en un círculo social determinado y todo lo que esto conlleva, así como la autoexigencia o la autocrítica como un cuchillo de doble filo. Hay mucho más detrás de estos mensajes, pero eso ya sería arruinar la experiencia de ir a ver la película.

Tal y como lo pasó en la cinta del 2015, Intensamente 2 nos lleva de la risa al llanto gracias a su excelente uso del humor y de escenas altamente emotivas que conectan fácilmente con la audiencia. Eso sí, si bien Pixar siempre se ha caracterizado por tener como público objetivo a los niños y las familias en general, esta cinta podría ser un poco complicada de entender para los más chicos, aunque seguramente podrán disfrutar aquellos momentos de aventura y diversión que siguen presenten en esta secuela. Para quienes se encuentran en la adolescencia o ya pasaron esa etapa, la película les dará mucho en qué pensar.