Cine en palabras

Sinopsis:

Un encargo especial de su trabajo lleva a Mina al corazón de un bosque habitado por criaturas misteriosas.

Si haz visto las películas de  M. Night Shyamalan, sabrás que su especialidad es guiar al espectador por una historia atrapante que termina con un final inesperado, dándole más sentido a la trama o a los simbolismos presentes en la misma. Ahora es su hija, Ishana Shyamalan, quien nos regala una historia llena de elementos misteriosos y un ambiente cargado de suspenso, pero ¿logra mantener ese tono toda la cinta?

Con la introducción de Mina (Dakota Fanning) conocemos a un personaje que lidia con algún evento traumático de su infancia, el cual se nos va revelando poco a poco, creando así curiosidad acerca de lo que este personaje vivió y el por qué tiene ciertas actitudes ante las situaciones que se le presentan en su día a día.

El siguiente gancho de la trama es la serie de incógnitas que surgen cuando nuestra protagonista llega a un bosque siniestro donde solo hay una cabaña para refugiarse y que resulta que está habitada por otras tres personas que le enseñan a Mina una serie de reglas indispensables para sobrevivir. Es aquí donde conocemos a los coprotagonistas de la historia, y sabemos un poco más acerca del escenario donde se desarrollan todos los eventos.

Tan solo con los puntos anteriores, la película logra captar la atención y mantenerla durante un buen rato, hasta que llega el desenlace.

Siguiendo los pasos de su padre, Ishana le da un giro de tuerca a su trama para explicar algunas cuestiones. Si bien esta explicación nos ayuda a entender un poco más la historia que estuvimos viendo, también surge un problema, pues al momento de revelar los secretos de la trama ocurren dos cosas:

1. Surgen nuevas interrogantes acerca de los personajes, el bosque y las criaturas que lo habitan.
2. Estas nuevas interrogantes se resuelven en un alargamiento del desenlace que genera cierta frustración porque se pierde el impacto del giro de trama, y en lugar de que el final nos deje boquiabiertos, termina siendo un tanto tedioso y desconecta al público de todo lo que se había hecho hasta ese momento.

Por lo anterior, Observados es una muestra de que «menos es más», pues si no se hubiera esforzado en explicar algo que uno podía inferir a partir de las pistas proporcionadas en la última media hora de la cinta, el resultado sería más disfrutable. En pocas palabras, la película es una apuesta interesante en el cine de suspenso, pero que no logró apretar ciertas partes de su trama para terminar de impactar a la audiencia y mantener su atención hasta el último segundo.