Cine en palabras

Sinopsis:

Una mujer que lucha contra el cáncer debe sobrevivir a una invasión de criaturas extraterrestres sensibles al ruido.

Nunca he sido fan de las películas hechas con el propósito de seguir exprimiendo una historia que había llegado a su fin. Sin embargo, el caso de Un lugar en silencio: Día uno es una excepción bastante aceptable.

No es que tenga la gran historia, que haga algo diferente a las dos películas anteriores o que cuente algo novedoso acerca de estas criaturas que llegan a la tierra y te comen si escuchan el más leve suspiro, de hecho esta historia parte de algo mencionado en Un lugar en silencio: Parte 2. Más bien, el encanto de esta película se encuentra en el carisma de sus protagonistas, sobre todo del papel interpretado por Lupita Nyong’o.

En este sentido, la película logra una buena combinación entre las dos cintas anteriores, ya que en esta nueva entrega nos encontramos tanto con escenas de acción como de suspenso, hay partes con diálogos y hay otras en las que la comunicación es a partir de gestos. Además, recupera la esencia de la primera película donde los protagonistas tienen un trasfondo que nos permite conectar emocionalmente con ellos.

Así es como la cinta, además de tener el tema de la supervivencia a partir del silencio, llega a tocar otros aspectos como la calidad de vida que puede tener una persona que sufre de dolor constante, el tener un propósito que ayude en los momentos de desesperanza, el valor de los recuerdos más felices de nuestra vida, y la satisfacción de cumplir un deseo que parecía nunca volverse realidad.

A manera de aderezo, la película también cuenta con un coprotagonista muy carismático y un gato maravilloso que sin duda se roba las cámaras en más de una escena, pues incluso llega un punto en el que uno está más preocupado por lo que pudiera pasarle al pequeño felino que a los protagonistas de la historia.

Por supuesto, no se puede hacer a un lado el nivel de producción de la película, ya que tanto la mezcla de sonido como los efectos utilizados en varias escenas, alcanzan gran calidad.

Sin duda, A quiet place: Day one no alcanza el nivel narrativo de la primera cinta de esta trilogía, pero sí que logra superar en varios sentidos a la segunda entrega.