Longlegs: Coleccionista de almas

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Sinopsis:

La agente Lee Harker es reclutada para resolver el caso de un asesino en serie que no deja rastros en las escenas del crimen. Conforme avanza la investigación, Harker se percata de que los actos del asesino son más siniestros de lo que parecen.

La primera vez que vi esta película, quedé impactada por la actuación de Nicolas Cage, quien en un par de minutos nos muestra a un personaje con severos problemas mentales. El actor no pasa mucho tiempo en pantalla, pero en los breves momentos en los que lo podemos ver, queda una sensación incómoda, escalofriante, no solo por su aspecto físico, sino también por su comportamiento extraño.

Cuando a los pocos días regresé al cine para volver a verla, Longlegs me sorprendió con algo que había pasado por alto la primera vez. No es únicamente el personaje de Cage lo que deja una sensación extraña, es la película en su totalidad.

Esto es algo que se va desarrollando poco a poco a través de una producción que resalta lo siniestro y su relación con algo que pareciera completamente racional, como lo es una investigación policiaca. El velo del misterio se va levantando lentamente conforme sabemos que las cosas van más allá de la razón, cuando la propia película nos regala escenas escalofriantes que, en lo personal, me hicieron cubrirme los ojos durante unos segundos.

En este sentido, el guion es brillante al lograr generar sensaciones de todo tipo a lo largo de la cinta. En una escena se puede sentir la angustia de la protagonista por descubrir lo que está pasando realmente, y a la siguiente nos encontramos envueltos en un ambiente pesado al descubrir una presencia siniestra al fondo de la toma. Una vez que nos percatamos de esa presencia, no se necesita de más detalles para descubrir el trasfondo.

Ese es el fuerte de esta película, el no dar demasiadas explicaciones con tal de darle sentido a algo que ya se conoce, que se sabe que existe, es decir, la cinta nunca aborda demasiado en por qué sus personajes hacen o que hacen o, dicho de otra manera, las razones por las que el mal tiene seguidores que están dispuestos a hacer lo que sea con tal de obtener lo que en su momento se les prometió. Eso es lo que deja la sensación incómoda, el saber que lo que plantea la película pudiera no ser tan descabellado, aunque quizá no sea tal cual lo vemos en la cinta.

Historias de asesinos seriales, ya sean basadas en hechos reales o pura ficción, hay muchas. Longlegs, logra distinguirse del resto porque, aunque pareciera que las cosas están más que claras en determinado punto de la trama, hay un giro que no se ve venir, uno que muestra el precio que algunas personas están dispuestas a pagar con tal de proteger a sus seres queridos.

En este sentido, los personaje son un pilar para esta cinta, pues es a través de ellos que vemos diferentes formas de reaccionar antes un hecho central. Así, la película no solo se trata de una persecución, es algo más, es el ver cómo las consecuencias de las acciones de una persona, impulsadas por algo terrible, pueden marcar la vida de los demás.

Sin necesidad de jumpscares, Longlegs logra crear terror a partir de elementos como su fotografía, la banda sonora y el contraste de colores, así como las actuaciones de su elenco y un guion bien construido.

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